Fiestas Cantalejo 2019

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FELIZ NAVIDAD

 

Libro de fiestas Cantalejo 2019

 

 

SALUDO DEL ALCALDE

Queridos cantalejanos
Ya huele a fiesta, nuestras calles se van tiñendo poco a poco de un color festivo.

Cada 14 de agosto ha llenado desde siempre un espacio en nuestra memoria, el año en que fuimos quintos, una buena corrida de toros, la primera fiesta holy, el vermouth, el desfile, las peñas de nuestra juventud…

Para mí esta va a ser la celebración más especial, la que guardaré en mi memoria para siempre. Estaré por primera vez al frente de la corporación municipal, con el deseo de que todos disfrutéis y a la vez con el peso que produce la responsabilidad de ser el representante de todos vosotros.
Es por tanto un placer poder dirigirme como alcalde de Cantalejo a todos mis vecinos, auténticos protagonistas de nuestras fiestas, invitándolos y animándolos a salir a divertirse a las calles junto con amigos, familiares y visitantes, dando, como siempre, ejemplo de convivencia y civismo.

No quiero dejar pasar esta ocasión sin destacar la gran labor desarrollada por todos aquellos que colaboran para que estos días luzcan con todo su esplendor: nuestros trabajadores, garantes de que todo funcione; los quintos, protagonistas de la fiesta, las peñas, el alma la alegría del pueblo; las asociaciones, que ayudan a mejorar la organización de todos los eventos y la parroquia con sus tradicionales procesiones en honor a la Virgen de la Asunción y San Roque. Ellos, junto con vosotros cantalejanos, hacéis que nuestro pueblo brille con luz propia.

Podemos decir con la voz muy alta que no hay pueblo más festivo y alegre que el nuestro. Queda mucho camino por recorrer pero estoy seguro de que nos espera un bonito trabajo. Es importante vivir estas fiestas con la mayor felicidad posible en honor a los cantalejanos que ya no estén entre nosotros, vaya para ellos nuestro recuerdo.

Solo me queda trasmitiros un deseo, el próximo 14 de Agosto a partir de las 9:30h de la noche llenad las calles de armonía, alegría y jolgorio, dejando los problemas aparcados.

Ya se oyen las trallas chiscar, ya están las correosas llenas de bayorte; Briqueros….
ii Felices fiestas!!

PREGONERO 2019: Juan Alberto Gómez Calvo

Toda mi vida ha estado vinculada al deporte, desde niño ha sido mi pasión. En el año 1996 decidí dedicarme de manera profesional al Taekwondo, apostando por mi pueblo y creando mi propio Club El Jansu Gum. No fueron fáciles los comienzos, cuando hace veintitrés años empecé a dar Clases de Taekwondo en el medio rural. Agradezco de corazón a todos los que en mis primeros años como profesor de Taekwondo en Cantalejo, apostasteis por traer a mi Gimnasio a vuestros hijos o vosotros mismos y conocer el mundo del Taekwondo … poco a poco empezó a formarse el Club de Taekwondo «Jansu Gum» de Cantalejo.

Durante todos estos años han sido cientos de alumnos los que ha pasado por el Club, muchos empezaron conmigo con 3 años y hoy en día siguen vinculados al club. A través del Taekwondo han crecido y se han formado como estupendas personas y en muchos casos como grandes deportistas de alto nivel nacional e internacional.

Cuando empezamos a competir a nivel regional éramos un Club muy humilde que siempre llevamos con orgullo el nombre de Cantalejo. Con derrotas y victorias fuimos creciendo y poco a poco las medallas iban llegando. Los competidores cada vez eran más y en más categorías. Conseguimos con mucho trabajo, entrenamientos 4 con muchos viajes posicionarnos como un Club de referencia a nivel Nacional siempre vinculados al nombre Cantalejo

Y llegó el momento de organizar en nuestra localidad Campeonatos, empezamos desde abajo, con Campeonatos Regionales en todas las categorías hasta llegar traer a nuestra localidad eventos de nivel Nacional e Internacional y así conseguimos que Cantalejo sea visitado año tras año por miles de visitantes que están vinculados al Taekwondo. Llegaron las Medallas Naciones de los competidores, los premios al Club, al maestro… Un orgullo haber decidido empezar mi andadura del deporte en mi pueblo. Ahora desde aquí puedo agradecer a los que, de una forma u otra, han formado y forman parte de la gran familia que es el Club Jansu Gym. Gracias, por vuestra entrega y sacrificio. Agradecer al Excmo. Ayuntamiento de Cantalejo este honor y pensar en nuestro trabajo, estoy feliz por este reconocimiento y de dar el pregón este año en mi pueblo. A todos los vecinos de Cantalejo y a todos los que nos visitan en estos días, quiero desearos unas Felices Fiestas. Pasadlo en grande y disfrutad al máximo de estos días. Y como siempre les digo a mis alumnos: Donde estemos, saber estar!

Juan Alberto Gómez Calvo

EN HONOR DE LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA Y SAN ROQUE.

En memoria de Mariano de Frías Tomero.

Orgulloso de ser cantalejano. Afable, optimista, generoso, el primero en invitar a los compañeros. Cincuenta y ocho años de sacerdocio en pueblos de Segovia, en Colombia y en Madrid. Amigo de célebres deportistas, como Paquito Fernández Ochoa, Medalla de Oro en

los Juegos Olímpicos de Sapporo, y de famosos toreros: Andrés Hernando, Paco Camino, Enrique Ponce, etc. apoderado de Pedrín Castañeda, novillero colombiano, capellán de la Plaza de Toros de Madrid y asesor taurino en la Plaza de Cantalejo. A Mariano le debemos la capilla de la Plaza de Toros, las artísticas vidrieras de la Iglesia de Cantalejo, sus misas en Cantalejo con el himno a la Virgen del Pinar. Por donde pasó dejó innumerables amigos que le recordaron con gratitud en las misas que en diversas iglesias se ofrecieron por su eterno descanso. Mariano, sigues con nosotros. Estas líneas son para ti.

¿Desde cuándo y por qué el programa de fiestas de Cantalejo es en honor de la asunción de Nuestra Señora y San Roque?

Hace 432 años, el 15 de febrero de 1587, fray Juan Nieto, dominico del convento de Santa Cruz de Segovia, vino a Cantalejo con licencia para fundar la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario. El alcalde Matey de Estebaranz y los regidores Francisco de Matesanz, Francisco Velázquez y Juan Alonso recibieron a fray Juan Nieto con la reverencia debida y le suplicaron estableciese la cofradía en la misa mayor. Diego de Contreras, escribano público del número y del concejo de Cantalejo por el Rey nuestro Señor, vio la licencia y dio fe de la fundación. Fueron testigos Andrés de Miguel, Juan Pastor y Diego Abad, vecinos de Cantalejo. Formaron la primera junta rectora de la cofradía el cura Alonso de Aldehuela, como capellán, Juan de Mateo Sanz, prioste, Diego de Contreras y Andrés de Miguel, mayordomos, la mujer de Mateo Sanz y la de Gregorio de la Cuesta, mayordomas.

El 25 de marzo de 1590, fray Pedro de Villegas, dominico del convento de Santa María de Nieva, con el beneplácito de don Andrés Pacheco, obispo de Segovia, predicó en Cantalejo, renovó la citada cofradía y, entre otras disposiciones, confirmó como fiesta principal la asunción de Nuestra Señora, «la cual fiesta ha tomado el pueblo por fiesta del rosario; y en ella han de hacer mucha fiesta, autos sacramentales y regocijos y una muy solemne procesión, y en la procesión una general limosna de todos, chicos y grandes, para que la cofradía tenga lo que hubiere menester». Un siglo después, el 15 de agosto de 1695, fray Juan Calderón, del convento de Santa Cruz de Segovia, visitó la cofradía e insistió en que la fiesta principal siga siendo la asunción de Nuestra Señora, «el cual día cada un año celebrará fiesta esta Santa Cofradía con la mayor solemnidad y devoción que fuere posible, procurando renovar la cera y que los cofrades lleven luces en la procesión, la cual ha de hacerse con mayor solemnidad que ninguna de todo el año y, si fuere posible, se cuide mucho haya sermón; y lo principal es que procuren confesarse y comulgar todos los cofrades para ganar el Santo Jubileo que tienen en dicho día».

Conforme a estas disposiciones de los frailes dominicos, los cantalejanos celebraron la fiesta de la Asunción. Ya en la víspera, las luminarias en las calles y plazas y el estallido de los cohetes servían de pregón de fiestas, rebosantes de religiosidad, cultura y diversión. Misa solemne con sermón de campanillas, comunión general de los cofrades, procesión con la imagen de la Virgen del Rosario, amenizada con el paloteo de los danzantes y el estruendo de los cohetes. Antes de la comida y, algunos años, también después de comer, la Plaza Mayor acogía a todos los habitantes y a muchos forasteros para presenciar la representación de comedias, autos sacramentales con loas, romances y entremeses. Las danzas de las incansables gitanas, contratadas para la fiesta, ¿unto con los danzantes del pueblo, los bailes de rueda, el partido de velorto y, algunos años, la novillada, completaban el programa.

Estos días no cesaban el ruido y las hogueras. Unas cargas de teas del pinar, ardiendo en los puntos más adecuados del caserío, y el estruendo de la pólvora creaban un ambiente fantasmagórico. Una libra de pólvora costó tres reales el año 1596. Las teas para la víspera de la Asunción costaron treinta y seis maravedís en 1651. Cuatro docenas de cohetes de varilla y otras cuatro de cohetes rastreros costaron cuarenta reales el año 1686. Los devotos pagaban por tirar los cohetes y por sacar las insignias de la cofradía. El mozo José Sanz dio cincuenta reales de limosna «por sacar en primera instancia el pendón verde de la iglesia, día de la santísima asunción de Nuestra Señora de agosto, año 1661». Ese mismo día y año, Juan García, molinero de Mesa, dio de limosna una fanega de trigo por sacar el pendón blanco. Finalizaba la procesión con la subasta de la ofrenda de trigo, frutas, hortalizas y rosquillas.

La representación teatral exigía la colaboración de cantalejanos y de forasteros. Como verdaderos aficionados quedaban bien pagados con los aplausos y regocijo del público. La cofradía pagaba el alquiler del vestuario de los actores y la comida. Diego Abad, mayordomo el año 1603, especifica bastante bien los gastos de la cofradía en la comida de comediantes, danzantes, gitanas y tamborilero: 220 maravedís de veinte panes; 418 maravedís del vino que se bebieron en los ensayos de las obras y en las comidas de las fiestas: 400 maravedís de diez libras de vaca, un real de carnero, 7 reales de dos gansos, un real de tocino, 3 reales y 16 maravedís de arroz, especias, miel y ciruelas; 40 maravedís de huevos para las morcillas de los gansos. En total 1.506 maravedís para veintisiete comensales: ocho danzantes y su guía, ocho gitanas y su alcalde, ocho comediantes y el tamborilero.

No faltaba en el programa el deporte de aquellos tiempos. El año 1602 los mozos de Cantalejo jugaron con los mozos de Escalona del Prado un partido de velorto para hacer con la recaudación una corona de plata a la Virgen. Recaudaron cien reales y el cura don Juan de Ortega prestó treinta y dos reales que faltaron para pagar la corona. Diego de Olmedo, platero de Segovia, cobró treinta y cuatro reales por hacer la corona El velorto se ¿jugaba golpeando con los cayados de los pastores una pelota de madera para introducirla por la pila de estacas sobre la pradera, colocada entre ambos equipos.

La devoción a San Roque se intensificó con motivo de la gran pestilencia del año 1599, la más horrible y catastrófica que han padecido los cantalejanos. El primer apestado en Cantalejo falleció el día de San Matías, 24 de febrero. Hubo días con seis entierros. El desconcierto que produjo fue causa de que no existan las actas de esos difuntos. Sólo sabemos, por unos datos del sacristán, que fallecieron durante la peste 229 cantalejanos, casi un tercio de la población. Desaparecida la peste, agradecidos a San Roque, muchos pueblos siguen honrándole en sus fiestas.

Ya en el siglo XVII, en las cuentas de la Cofradía del Rosario aparecen los gastos de los novillos. Francisco Matesanz el Mozo, mayordomo el año 1636, gastó con el tamborilero y con Pedro Marcos seis reales que les dio porque fueron por los novillos, para correrlos el día de San Roque». El año 1659, el mayordomo Luís de Juan Escorial pagó 28 maravedís de un azumbre de vino con los que trajeron los novillos. Siendo mayordomo Don Francisco Bernardo de Ojeda y Vallejo, señor de la villa de Cantalejo, el año 1681, «quatro zientos y zinquenta y un reales costaron dos toros, que se corrieron por quenta de dicha cofradía, la fiesta de nuestra Señora de agosto de dicho año».

Extinguida la cofradía en el siglo XIX, el ayuntamiento asumió la organización y gastos de las fiestas. El año 1849, el alcalde Isidoro Sanz pidió licencia al gobernador para una corrida el día de San Roque. Costó la licencia cien reales.

La cofradía, desde su fundación, gozó del afecto de todo el pueblo. En cada familia había uno o varios cofrades del Rosario. En varios casos, el rosario que llevaban en el bolsillo, sirvió para identificar como cristianos a cantalejanos, víctimas de accidentes mortales fuera de su pueblo. Por ejemplo, el arriero Pascual de Diego falleció al pasar con su ganado el río Jarama, arrastrado por las aguas junto a Talamanca, el 22 de abril de 1796. Se el encontró en su faltriquera el rosario. El cura de El Molar informó al párroco de Cantalejo.

Si conocemos nuestra historia, sabremos apreciarla y enriquecerla. En ella se guardan los principios y valores que unifican y hacen madurar al pueblo. Un pueblo que olvida o menosprecia su patrimonio cultural perderá sus sólidos cimientos.

Es de esperar que el programa de las fiestas de Cantalejo mantenga en letras grandes: EN HONOR DE LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA Y SAN ROQUE.

 

Francisco Fuentenebro Zamarro.

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